En esta ocasión, vamos a preparar nuestro cebiche
con corvina, un magnífico pescado, pero podríamos prepararlo perfectamente con pargo o cualquier otro pescado blanco de nuestro agrado.
Ingredientes para 6 raciones:
Una buena rodaja de corvina.
Un ramillete de cilantro (si no encontrais o si os parece muy fuerte, podeis usar perejil, hierbabuena o cualquier otra aromática)
Una puntita de guindilla picada casi en polvo. (opcional)
Preparación
Es fundamental que dispongamos de un buen cuchillo, con un corte preciso y perfecto..
Para asegurarnos bien, es preferible haber congelado el pescado unos días, evitando así anisakis y otros parásitos, ya que lo vamos a comer sin pasar por el fuego, solamente curado por el limón. Ya descongelado, comenzamos cortando el pescado en porciones finas, para facilitar el proceso de curado. Yo corté la rodaja en pequeños cuadraditos de unos 2-3 milimetros de grosor, a ojo, y las fui colocando en un plato hondo. De paso eliminamos cualquier impureza, piel o espinita.
Es fundamental que dispongamos de un buen cuchillo, con un corte preciso y perfecto..
Para asegurarnos bien, es preferible haber congelado el pescado unos días, evitando así anisakis y otros parásitos, ya que lo vamos a comer sin pasar por el fuego, solamente curado por el limón. Ya descongelado, comenzamos cortando el pescado en porciones finas, para facilitar el proceso de curado. Yo corté la rodaja en pequeños cuadraditos de unos 2-3 milimetros de grosor, a ojo, y las fui colocando en un plato hondo. De paso eliminamos cualquier impureza, piel o espinita.
A continuación exprimimos el zumo. Con el zumo
obtenido, cubrimos las tajaditas de pescado y dejamos
en maceración unas 3 horas. Podéis
añadir media cebolla cortada en juliana a la maceracion y un poco de la
guindilla, picada al máximo. Con ese tiempo, al estar el pescado cortado bien
fino, las tajadas se hacen perfectamente. (Notaréis que el zumo de limón se
vuelve blanco finalizado el proceso) Y ya tenemos el pescado listo para comer. Las tajadas ya no estarán rosadas sino blancas y
tersas.
Presentación clásica. Sacad pieza a pieza el pescado ya hecho y pasadlo a un plato llano. Cubrid con un buen Aceite de Oliva Virgen Extra, como si estuvierais preparando unos boquerones en vinagre. Espolvoread si queréis con perejil o cilantro. Y a la mesa. Esta forma facilita la conservación, pues podéis guardarla en la nevera durante cuatro o cinco días, protegida por el aceite. Ese pescadito puede alegrar cualquier ensalada o vinagreta, mucho mejor que una lata de atún, por ejemplo.
Presentación clásica. Sacad pieza a pieza el pescado ya hecho y pasadlo a un plato llano. Cubrid con un buen Aceite de Oliva Virgen Extra, como si estuvierais preparando unos boquerones en vinagre. Espolvoread si queréis con perejil o cilantro. Y a la mesa. Esta forma facilita la conservación, pues podéis guardarla en la nevera durante cuatro o cinco días, protegida por el aceite. Ese pescadito puede alegrar cualquier ensalada o vinagreta, mucho mejor que una lata de atún, por ejemplo.
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