He leído mil formas de hacer el pulpo a la gallega, yo además de explicaros la mía también os explico mi proceso completo.
Lo ideal es que cuando uno llega de pesca y ha subido algún pulpo tendrá que lavarlo bien para quitarle la tinta que estará pegada a sus ventosas, quitarles el pico, los ojos y las tripas, algunas veces también se le corta la cabeza entera ya que es la parte menos sabrosa pero yo la dejo.
A continuación es imprescindible un buen congelado para que las fibras se destruyan y se quede blando.
Hay veces que uno llega muy cansado y además trae muchas capturas y no tiene gana de nada y mucho menos de limpiar los pulpos, para estos casos se puede usar el plan b que consiste en congelarlo sin limpiarlos, es importante que no toque el agua dulce para nada de esta manera conservará bien sus propiedades.
Para cocinarlo tenemos dos opciones, la que más me gusta es dejarlo un día antes en el frigorífico para que se vaya descongelando y cuando esté descongelado a la cazuela, esta deberá ser bastante alta por si queremos meter varios pulpo y el agua no reboce.
La segunda opción consiste en meterlo directamente en la olla hirviendo sin descongelarlo, obviamente ya deberá estar limpio.
Si el pulpo es mediano, es decir, que esté entre 2 ó 3 kilos se dejará 45 minutos desde que el agua comience a hervir y listo, si queréis aseguraros pincharlo con un tenedor haber como está de blando.
Yo lo preparo con un poco de sal, pimentón dulce, pimentón picante y un buen chorreón de aceite de oliva.
Recuerda no romper nunca la cadena de frío, el pulpo acumula mucha porquería en las ventosas tendréis que limpiarlos bien y los 45 minutos se cuenta desde que hierve el agua no desde que lo metes en la cazuela.
Buen provecho.
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